Una parte de los beneficios de los Hipopresivo es el impacto directo en el ciclo menstrual, que derivado a la movilización que genera en la zona de la pelvis, no solo ocasiona el reposicionamiento de los órganos pélvicos sino una descongestión profunda en el útero.
Siendo la pelvis femenina una zona que tiende a congestionarse mes con mes, el practicar una actividad que ayude a liberar, desinflamar y drenar vendrá muy bien permitiendo que el revestimiento uterino (endometrio) se desprenda por completo, presentándose entonces, ciclos con sangre escarlata desde el inicio del sangrado y por supuesto con menores contracciones que se traducen en
la reducción de malestares y cólicos de un periodo a otro.
La práctica de técnicas hipopresivas triplica la microcirculación sanguínea en la zona pélvica brindando mayor oxigenación y flujo a todos los tejidos en diferentes niveles como órganos, músculos, ligamentos y fascias. El mantener los órganos en el lugar anatómico que le corresponde y con sus diversos anclajes sanos también permite tener una menstruación sin dolor, como debiera ser naturalmente
Y no debemos dejar de lado la implicación postural, una mala posición de nuestro eje corporal tendrá consecuencias sobre la estructura interna de la pelvis y por lo tanto merma su óptimo funcionamiento pudiendo llevar a padecimientos como prolapsos (descenso de los órganos pélvicos), incontinencia urinaria, dolor en las relaeciones sexuales, dismenorrea, entre otros.
Es por ello que los hipopresivos al sumar trabajo postural y respiratorio ayudan a preservar la salud siendo claves en la sensación de bienestar y de regulación del ritmo circadiano muy palpable para las mujeres en el ciclo menstrual.
Y tu, ¿has notado cambios en la menstruación al introducir los hipopresivos?
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